En el contexto actual de mejora continua, cumplimiento normativo y rendición de cuentas, los sistemas de gestión —como los basados en normas ISO (9001, 14001, 45001, 50001) o normas nacionales como la NMX-R-025-SCFI-2015— requieren auditorías internas y externas como parte esencial de su ciclo de retroalimentación y aseguramiento.
Sin embargo, si bien existe una gran inversión en la formación de auditores, la preparación del personal que será auditado suele ser limitada o nula, lo que genera nerviosismo, respuestas imprecisas, conflictos innecesarios o desaprovechamiento de las auditorías como herramienta de aprendizaje y mejora.